Elf september – het gezicht van de heersende klasse

Sommige van de schilderijen had ik al eens gezien – het kunstwerk in de tijd van onmiddellijke reproduceerbaarheid. Andere zag ik voor het eerst, in de hal Magisch Realisme in Tate Modern, Londen. Kunst uit “Weimar-Duitsland”.
September 2018 is een heel ander ogenblik om die werken te zien dan september 1976 bijvoorbeeld. En toch ook nog september 2006. De doem van het fascisme hangt over Europa en de Verenigde Staten (de gekoloniseerde wereld even buiten beschouwing gelaten). In de Nederlandse Tweede Kamer der Staten-Generaal zit een fils à papa die tegen “de elite” ook wel geheten “het partijkartel” tekeergaat, en die ook iets tegen “abstracte kunst” en “atonale muziek” heeft. Zijn clubje van twee zetels wordt in de peilingen grootgeschilderd.
Maar het zijn de meelopers van zo’n blaag, de Van Haersma Buma’s, de Ruttes en de Dijkhoffen, en mogelijk de Pechtolds en Segersen die het echte grote gevaar vormen. Het nette masker afdoen en met “het volk” meepraten. Bij de westerburen zijn ze er al in geoefend op hoog niveau. Tate moet het van giften hebben.

Het fascisme is stukken dichterbij gekomen.

Elf september is de gedenkdag bij uitstek hoe het fascisme wordt ingevoerd door machten in de maatschappij die geacht worden de democratie te verdedigen. Pinochet was niet lang voor zijn staatsgreep beëdigd als opperbevelhebber van het Chileense leger. De staatsgreep was een vrijbrief voor moorden, in concentratiekamp stoppen en afbraak van verworvenheden van de arbeidersklasse, inclusief publieke voorzieningen. Chili werd de proeftuin van het neoliberalisme, dit om te onderstrepen hoe democratisch dit bedoeld is.

De twee laatste toespraken van president Salvador Allende terwijl het presidentieel paleis gebombardeerd werd.

9:03 A.M. RADIO MAGALLANES

En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen…

En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada.

Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.

Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta Patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra… roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.

El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.

9:10 A.M.

Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las antenas de Radio Magallanes. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado su juramento: soldados de Chile…

Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.

Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

De twee schoten tot slot symboliseren hoe Allende een einde aan zijn leven maakte, om te voorkomen dat hij in handen zou vallen van het fascistengespuis. In 1973 en nog lang daarna werd aan de zelfmoord getwijfeld.
“Ik zal met mijn leven betalen voor de verdediging van beginselen die dierbaar zijn aan dit vaderland”.